Las instituciones educativas forman parte decisiva en la formación de niños y jóvenes, ya que es en edades tempranas donde se da una formación de valores y carácter. Su función no es solamente la de instruir, sino esencialmente la de contribuir a la formación integral de los niños y jóvenes. Nuestra misión es la de coadyuvar al logro de este objetivo a través de un programa de enseñanza de valores éticos, cuyo centro esté en la vigorización del ambiente que rodea al alumno, mediante la institucionalización de la advertencia a la conciencia y la libertad personal.
Elevar el rendimiento escolar en ambientes propicios para cada área de conocimiento, donde el desarrollo de habilidades, permita a cada estudiante responder de manera adecuada, ante los retos. Emplear un modelo educativo centrado en el alumno, dotándolo de elementos indispensables para formar hábitos de estudio, una educación integral de todas sus capacidades y habilidades para su futuro y sustentándolo en la promoción de valores en la dignidad personal, familiar y social, lo cual repercutirá en la forma como se conduce, convive y participa.
HONOR, FORTALEZA Y SABIDURÍA.
El Colegio impulsa el desarrollo de habilidades académicas y sociales a través del trabajo colaborativo y con valores. Nuestros estudiantes saben que desde el momento en que ingresan se convierten en parte de una gran familia, en la cual el respeto, honestidad, responsabilidad, amistad y la disciplina serán la base fundamental para su aprendizaje, la adquisición de nuevos conocimientos y su desenvolvimiento en cualquier ámbito donde participen, logrando así ser ciudadanos dignos y proactivos.
Existe un principio natural y evidentemente para todo hombre que no requiere de enseñanza que reza:
No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti, haz el bien y evita el mal.